Foto: Joby Aviation
Joby Aviation ha modificado su avión de preproducción S4 para desarrollar un demostrador a escala real propulsado por hidrógeno. Con el apoyo del programa Agility Prime de las Fuerzas Aéreas de EE.UU., este demostrador completó un vuelo de prueba de 842 km en California en 2024, ampliando significativamente su autonomía en comparación con los 245 km alcanzados por el S4 eléctrico de batería en 2021. El exitoso vuelo duró cuatro horas y 47 minutos y aterrizó con un 10% de combustible de hidrógeno restante.
El demostrador emplea un sistema de propulsión híbrido que combina hidrógeno líquido y una pila de combustible con el sistema de baterías existente en el S4, lo que permite vuelos más largos y una mayor eficiencia. Cuenta con un depósito de hidrógeno líquido de 40 kilogramos y una pila de combustible de 175 kilovatios desarrollada por la filial H2Fly de Joby.
Aprovechando su enfoque verticalmente integrado, Joby está optimizando el sistema de hidrógeno-eléctrico e integrando esta tecnología con sus actuales esfuerzos de certificación de baterías eléctricas. La empresa considera el avión eléctrico de hidrógeno complementario de los modelos eléctricos de batería, con el objetivo de servir tanto para trayectos urbanos cortos como para rutas regionales más largas. El fundador y consejero delegado de Joby, JoeBen Bevirt, invita a los lectores a imaginarse volar entre grandes ciudades, como San Francisco y San Diego, sin necesidad de desplazarse a aeropuertos y con sólo emisiones de agua.
Aunque Joby no ha facilitado un calendario concreto para el lanzamiento comercial del taxi aéreo eléctrico de hidrógeno, prevé que el proceso de desarrollo será similar al de su avión eléctrico de baterías, con la certificación de la Administración Federal de Aviación (FAA) prevista para 2025. La empresa ha conseguido más de 2.000 millones de dólares de financiación de inversores, entre ellos Toyota, Delta Air Lines y Uber, y tiene un contrato de 131 millones de dólares con las Fuerzas Aéreas estadounidenses. Joby aspira a redefinir los viajes regionales con aviones eléctricos y propulsados por hidrógeno.